
Piel seca
SyM
La resequedad de la piel es resultado de la incapacidad de las glándulas sebáceas de producir suficiente sebo, que es el lubricante natural que ayuda a mantenerla húmeda y flexible, así como a protegerla de las inclemencias ambientales como el exceso de calor y frío. Este deterioro en la función de las glándulas sebáceas se debe comúnmente al envejecimiento.
Asimismo, la piel seca es resultado de diversos factores, entre ellos:
- Falta de adecuada hidratación interna del organismo, por consumo insuficiente de líquidos.
- Dieta poco nutritiva y carente de vitaminas, en especial B7 (biotina), A, C y zinc.
- Contacto regular con jabones y productos químicos de limpieza, como los detergentes.
- Exposición a ambientes áridos o muy fríos.
- Contaminación.
- Exposición al Sol, sin protección adecuada.
- Algunas enfermedades como acné, psoriasis, eczema, hipotiroidismo, entre otras.
La resequedad de piel se caracteriza por:
- Asperezas.
- Descamaciones.
- Piel rígida y acartonada.
- Grietas.
- Irritación.
- Exfoliaciones.
- Prurito.
En invierno la piel seca suele agravarse especialmente en hogares con calefacción donde la humedad relativa disminuye hasta 10%.
Por lo general, los tratamientos para la resequedad de la piel se basan en la aplicación de aceites y cremas hidratantes a fin de formar una capa sobre la piel que retarde la pérdida de agua por evaporación.
